Desde 2011, Estados Unidos de América y Brasil están trabajando juntos para poner en funcionamiento el Acuerdo de Cooperación Comercial y Económica, ya acordado.

Influenciados por la necesidad de repensar la cadena de suministro y por el desarrollo tecnológico, las normas emitidas por la Organización Mundial de Aduanas y la expansión comercial, Brasil y EE. UU. dieron un paso de gigante para construir una cooperación económica bilateral efectiva.

El 2 de febrero de 2022, entró en vigor en el contexto internacional el Protocolo del Acuerdo sobre Comercio y Cooperación Económica, Administración Aduanera, Facilitación del Comercio, Buenas Prácticas Regulatorias y Anticorrupción, siendo incorporado al ordenamiento jurídico brasileño el 8 de junio de 2022.

Pero la pregunta es: ¿Es el Protocolo al Acuerdo sobre Comercio una Cooperación Económica efectiva?

En mi opinión lo es. Déjame explicarte por qué. La cooperación en este Protocolo no es sólo una palabra. Hay acciones que ambos países deben tomar en puntos esenciales, facilitando el comercio y el control aduanero.

Al mismo tiempo, crea la posibilidad de un diálogo permanente entre los comerciantes y las autoridades públicas sobre los procedimientos de importación, exportación y control aduanero.

Con este formato, el Protocolo posibilita el desarrollo y actualización permanente del acuerdo comercial.

Además, existen otros elementos que hacen posible el desarrollo efectivo de las operaciones comerciales entre ambos países.

Por ejemplo, el uso de Documentos y Sistemas Electrónicos para Comerciantes, haciéndolos disponibles y válidos para procesar cualquier documento requerido para la importación, exportación o tránsito de mercancías; uso de Tecnología para el Despacho y Despacho de Mercancías, para brindar información sobre vehículos, contenedores de transporte, materiales de empaque; Pago Electrónico, que permite el pago electrónico de derechos de aduana, impuestos, tasas o cargos impuestos en relación con la importación o exportación y otros derechos relacionados; Operador Económico Autorizado (OEA), de acuerdo con el Marco de Normas para Asegurar y Facilitar el Comercio Global de la Organización Mundial de Aduanas.

En el Apéndice II, el Protocolo trae las Buenas Prácticas Regulatorias, para reducir o eliminar diferencias regulatorias innecesarias para facilitar el comercio y promover el crecimiento económico, manteniendo o mejorando los estándares de salud y seguridad pública y protección ambiental, entre otros temas.

Las herramientas del Protocolo son positivas para el comercio entre Brasil y EE.UU. Ahora, tendremos que aplicarlo.
Fábio Stefani,